Como comenté en esta entrada, lo prometido es deuda. Como dije, estuve realizando prácticas en la sala de curas de la consulta de Cirugía vascular de un hospital valenciano.
Los primeros días estuve familiarizándome con todo el material de curas, los diferentes tipos de apósitos y recordando, gracias a mi enfermera, toda la anatomía, fisiología y la fisiopatología del sistema vascular.
Realizaba curas simples, siempre bajo su supervisión, y cuando era necesario realizar un desbridamiento con bisturí, lo realizaba ella mientras me iba instruyendo en todos los pasos qué tejido había que desbridar, qué instrumental utilizar, los apósitos, etc.
Como dije, desde hacía años que soñaba con el momento de ponerme delante de una herida necrótica y empezar a desbridarla con bisturí. Hasta que ese día llegó.
Recuerdo el momento en que mi enfermera me dijo, coge el bisturí que vas a desbridar tú hoy. Felicidad absoluta. Me sentí como en los dibujos que veía de pequeña de He-man: ¡yo tengo el poder! Fue un momento glorioso, y puedo decir que disfruté como una niña.
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Fuente: www.flmbox.com |
¡Hasta pronto!
Querida Carmen: sigue así, no pierdas nunca la ilusión y las ganas por seguir aprendiendo. Un besito
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