sábado, 15 de noviembre de 2014

MI 1º DESBRIDACIÓN DE TEJIDO NECRÓTICO CON BISTURÍ

   Como comenté en esta entrada, lo prometido es deuda. Como dije, estuve realizando prácticas en la sala de curas de la consulta de Cirugía vascular de un hospital valenciano. 
Los primeros días estuve familiarizándome con todo el material de curas, los diferentes tipos de apósitos y recordando, gracias a mi enfermera, toda la anatomía, fisiología y la fisiopatología del sistema vascular.

   Realizaba curas simples, siempre bajo su supervisión, y cuando era necesario realizar un desbridamiento con bisturí, lo realizaba ella mientras me iba instruyendo en todos los pasos qué tejido había que desbridar, qué instrumental utilizar, los apósitos, etc.


   Como dije, desde hacía años que soñaba con el momento de ponerme delante de una herida necrótica y empezar a desbridarla con bisturí. Hasta que ese día llegó.
Recuerdo el momento en que mi enfermera me dijo, coge el bisturí que vas a desbridar tú hoy. Felicidad absoluta. Me sentí como en los dibujos que veía de pequeña de He-man: ¡yo tengo el poder! Fue un momento glorioso, y puedo decir que disfruté como una niña. 
   
Fuente: www.flmbox.com
   Me hubiera gustado que mis prácticas allí hubieran durado más. Guardo un bonito recuerdo de estas prácticas, por ello desde aquí me gustaría dar las gracias a mi enfermera por enseñarme todo tan bien, y por hacer realidad una ilusión que tenía pendiente desde hace años.

¡Hasta pronto!

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